Otra boda de esas que se hacen especiales, tanto por ellos como por la familia, por las personas que conoces, por aquellas que hacen que una boda sea mucho más que un simple acto social. Ellos venían de Madrid y quisieron que fuera La Bohéme quien contase su bella historia de amor y sinceramente puedo decir que no es una frase hecha, sino toda una realidad.
Parejas que desde la primera vez que las ves sabes que van a significar algo especial, por su simpatía, por su cercanía, por todo lo que te inspiran cuando los ves juntos, cuando llenan el visor de tu cámara con sus sonrisas, con sus miradas.
Porque te despides de amigos, de gente que quiere volver a verte, que se emocionan dándote ese abrazo que quiere decir que a partir de ese día tú eres uno más de ellos y así te lo hacen sentir.
Gracias Irene y Quique por TODO. Como siempre, espero que estas fotos os gusten mucho, porque hacerlas fue todo un privilegio.