El día de la boda pasa rápido y a penas hay tiempo de disfrutar de vosotros mismos con los vestidos. En el reportaje de Post-Boda os volvéis a poner el vestido y el traje para tener un precioso e intimo reportaje, en cualquier localización que os pase por la cabeza. Es la oportunidad perfecta para tener esas fotos que siempre habéis querido tener.